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Practicar yoga es como mirar al sol

Foto del escritor: Olga JiménezOlga Jiménez

Actualizado: 17 jun 2023


¿Por qué esta comparación?

El yoga es algo agradable, beneficioso, cómodo..... La práctica del yoga busca eliminar nuestros bloqueos físicos y mentales y hacernos evolucionar, este camino no es fácil, ni cómodo, ni agradable al principio y tiene sus peligros. Claro que uno puede quedarse con los subproductos del yoga, obtener más flexibilidad, sentir ligereza y una cierta calma mental, esto es perfectamente aceptable.

Pero para profundizar en la vía todos los textos clásicos del yoga hacen referencia a la necesidad de encontrar un Maestro. Actualmente leo mucho sobre el Maestro interior. Si bien es cierto que en etapas muy avanzadas de la práctica, cuando el cuerpo y la mente están purificados podemos continuar el camino solo con esa escucha interior, pero esto no es en absoluto válido para el comienzo.

El yoga tiene sus peligros, no en vano se compara también esta práctica con caminar por el filo de una navaja. Un extremo es caer en la comodidad "boga", donde no hay avance y el otro extremo es que el ardor, el fuego de la práctica nos queme, traducido serían las lesiones físicas o mentales por una práctica forzada sin las debidas precauciones.

Un Maestro en Yoga es aquel que ha recorrido la vía y nos advierte de esos peligros, de las piedras o curvas del camino.

Este siglo ha tenido un Maestro, la tradición admite que pueden pasar siglos hasta que conozcamos otro, define muy bien sus cualidades; compasión, benevolencia, ardor en la práctica, capaz de un esfuerzo constante e ininterrumpido, dotado de un amor incondicional, cuya vida es intachable, que ha seguido las pautas de Yama y Niyama en su vida como ejemplo para los demás. Todas estas cualidades definen perfectamente a B.K.S.Iyengar, una de las actitudes que más me conmovió fue cuando perdió a su esposa aún joven y en plenas facultades y declaró que ya había entregado su corazón y que a partir de entonces sería un Bramacharia (aquel que es capaz de controlar su fuerza sexual) y así vivió hasta el final de sus días.

B.K.S.Iyengar era como el sol. Aquellos que hemos tenido el privilegio de conocerle, sentíamos ese calor con su mera presencia. yo he tenido compañeros que acudían a las clases con dos y tres camisetas para tratar de estar en algún momento secos, creando charcos de sudor en el suelo en su práctica cuando el Maestro estaba cerca. Yo he vivido noches donde conciliar el sueño era difícil por el profundo dolor de piernas, ardían hasta los huesos. El periodo más largo que pasé practicando a su lado fue de 2 meses, cuando nos despedimos nos preguntó que tal había ido, nuestra respuesta fue que nos había superado, ha sido demasiado, el declaró "ES NECESARIO".

Esa intensidad se considera fundamental para quemar nuestra impurezas y hacernos avanzar, pero debe ir acompañada de "filtros de seguridad", como cuando uno mira al sol. Para realizar una práctica correcta y no arder, no romperte o frustrarte, se necesitan filtros, en yoga esos filtros de seguridad son el estudio de los textos, de la filosofía que hay detrás, aplicar los yamas y los niyamas en nuestra posturas, si colocamos correctamente esa base podemos trabajar con una mente tranquila, sentirnos amables, cordiales, contentos en nuestro interior, esa actitud abre caminos por dentro y evita la dureza que desencadena lesiones e impide la frustración.

El avance hacia las posturas más complicadas no es un objetivo en sí, no son contorsiones de circo, esas posturas son puertas de acceso a diferentes estados mentales, al despertar de una sensibilidad nueva cuerpo/mente. Los yoguís lo descubrieron, cuál es el estado mental que se cultiva en los estiramientos hacia atrás, sentimos coraje, vitalidad, una intensa vibración. Cuando vamos hacia delante la mente se apacigua, se calma, se retira hacia el interior. Las posturas invertidas regeneran todo nuestro sistema y nos permiten una recuperación profunda. Por eso es tan importante abarcar todos los grupos de posturas, no existe un yoga a la carta, generalmente aquellas posturas que nos gustan menos son precisamente las que nuestro cuerpo necesita, en muchas ocasiones nos cuestan porque esa zona presenta bloqueos, sentimos dolor y la inteligencia no llega. Para resolver esos atascos y no lesionarnos se precisa conocer perfectamente las secuencia, conocer las posturas preparatorias que practicadas durante años nos llevarán hacia movimientos más complejos sin riesgos.

Esta maravillosa ciencia debe ser practicada, debemos exigir calidad a nuestros profesores, dominio de sus posturas y un profundo conocimiento de las técnicas de enseñanza, solo así se podrá descubrir el brillo de esta ciencia, arte y filosofía.

Nuestro curso planteado para profesores no dará comienzo hasta que no exista un grupo de personas cualificadas, con una práctica previa, capaces de formarse posteriormente como profesores.

Próximos talleres:

—6, 7 y 8 de abril de 2018: Taller de rodilla. Inscripción abierta. ¡Quedan las últimas plazas! (Siguiente: Taller de lumbares)

—21 de abril : Yoga para la mujer. Inscripción Consultar en: taller mujer

Taller dirigido para mujeres o profesores/as que quieran profundizar en la práctica más adecuada según nuestros ciclos. Las mujeres deben tener aún más precauciones en la práctica del yoga, nuestros cuerpos son más frágiles, no se entienda este calificativo como débiles. Fragilidad entendida como instrumento de mayor precisión que requiere más cuidados.

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