La enseñanza del yoga en nuestra escuela comienza a los 6 años. Este grupo va creciendo y los padres suelen ser también alumnos nuestros. Llevo meses escuchando como los niños padecen numerosos problemas de salud de distinto carácter. Desde alergias hasta casos graves de cáncer.
Escribo este artículo para reflexionar sobre cómo es la alimentación actual y cómo puede estar influyendo en la salud de nuestros hijos. Este tema saldrá reflejado en mi libro "conectados", su publicación llevará más de lo previsto y hay temas que considero deben difundirse ya.
La simplificación sobre qué es una alimentación sana no es válida en nuestros días. El problema hoy es que tras la revolución industrial los alimentos se fabrican con cientos de químicos que no vemos, no olemos, no saboreamos y cuyos efectos en la salud no son inmediatos. Soy productora de aceite ecológico y conozco bien las analíticas, hoy un aceite de oliva virgen extra para ser ecológico debe someterse a un análisis multirresíduos que recoge cerca de 200 químicos tóxicos distintos, en estos productos para recibir el sello no pueden contener estas sustancias. Estos químicos se encuentran en herbicidas, pesticidas y abonos químicos empleados en la agricultura. En los cultivos "tradicionales" cuentan con márgenes autorizados para que el producto pueda ser comercializado. Pero el problema es que no se ha estudiado su efecto combinado.
En España Nicolás Olea, catedrático de radiología de la universidad de Granada, director científico del Instituto de Investigación Biosanitaria de la misma ciudad. Lleva años denunciando este hecho a las administraciones públicas. Te animo a que veas en Youtube alguna de sus conferencias.
Actualmente nosotros y nuestros hijos estamos expuestos a múltiples fuentes de contaminación por químicos tóxicos, principalmente a través de la comida y los cosméticos. Presento en este artículo un estudio que se realizó en España sobre el mercurio, donde se aportan datos de los niveles en sangre en la población y de la contaminación presente en nuestros pescados. Este informe avalado por 30 instituciones distintas, denominado por ello "documento de consenso" no ha conseguido ver la luz en los medios de comunicación, demasiado conflictivos sus resultados. Los intereses económicos en el sector alimenticio y agro-químico son demasiado potentes para que se pueda divulgar qué está ocurriendo.
El resumen más importante de este amplio estudio es que recomiendan a las mujeres embarazadas y a los niños hasta los 14 años no comer: Atún paludo, atún rojo, cazón, fletan, lucio, martín, marrajo, pez espada, pintarroja, reloj, tiburón, tintorera. Los niveles de mercurio en estas especies se encuentran entre 0,6 y 1 mg/kg de peso fresco. Cuando las dosis es el pescado son menores pero próximas a 0,5 mg/kg se recomienda distanciar 15 días en los niños la siguiente ingesta de pescado.
Las dos reflexiones importantes que deberíamos hacernos son: ¿Cómo se el mercurio que contiene el pez del mercado?, ¿Qué efectos puede tener esta acumulación en el cuerpo de mis hijos?
Los animales también están siendo estudiados respecto a estos niveles. El biólogo marino estadounidense Stephen Palumbi realizó un estudio sobre la población de delfines. Al tratarse de mamíferos comprobaron que el primer bebé fallecía en unas cifras muy elevadas tras recibir la leche materna. El Texas en un 70% de los casos, en Florida en un 79% y en Norte de Carolina en un 60%. Hoy sabemos que el 60% de los químicos tóxicos de nuestro cuerpo son eliminados a través de la leche materna que damos al primer bebé. Este hecho está coincidiendo con exactitud con lo que se observa en las poblaciones de delfines, en ellos los siguientes bebés sobreviven en un porcentaje mucho más elevado.
Los americanos han realizado numerosas investigaciones sobre nuestra leche y hoy afirman que es uno de los alimentos más contaminados de la tierra. En analíticas realizadas en España se han encontrado 17 pesticidas, 37 bifenol policromados, 10 PCB hidroxiclorados, 15 dioxinas, 8 bifenol polibromados y 11 esteres. Si tenemos en cuenta que los químicos se acumulan con los años y que nuestros hijos los están ingiriendo desde la placenta, hecho que no nos ocurrió a nosotros, podemos afirmar que su futura leche estará mucho más contaminada que la nuestra y que podemos haber creado una generación completa que no pueda alimentar a sus propios hijos.
La Asociación Española de pediatría realiza las siguientes recomendaciones a las futuras madres:
* Reducir el consumo de carne, en su tejido se acumulan gran cantidad de toxinas
* Aumentar el consumo de productos frescos, lavarlos muy bien, recomiendan buscar producto ecológico.
* Evitar el consumo de pez espada, tiburón, atún rojo y lucio
* Reducir la exposición a plásticos, bisfenol-A, emplear botes de vídrio.
* Controlar las exposiciones a pinturas, productos de fumigación de los jardines.
* También hacen un llamamiento a las administraciones públicas para que fomenten las producciones ecológicas, piden que se restrinja el empleo de pesticidas y se informe a la población. Se controle el uso de mercurio y otros contaminantes químicos.
Estamos hablando del año 2013 y el panorama no sólo no ha mejorado sino que ha tomado un rumbo incontrolable. Si observamos a nuestros vecinos de EEUU, que siempre van por delante, en lo bueno y en lo malo. Hoy podemos afirmar que su principal problema de salud son los químicos presente en su sangre. Las cifras hablan de 50.000 millones de personas que padecen sensibilidad a algún químico. Ya han diseñado máquinas, como si se tratara de una diálisis, por las que pueden hacer pasar tu sangre en un proceso completo de limpieza química.
Contamos con numerosos estudios en distintos países, estos datos vendrán ampliados en el libro, que relacionan el uso de pesticidas, herbicidas, en agricultura con los casos de cáncer. Esta economía mueve demasiado dinero para pararla y la realidad es que sigue creciendo a nivel mundial.